Cuzar cuatro palabras en un bar
y percibir al instante
que nada queda
de aquella vieja historia.
Que somos dos extraños, nada más.
Dos extraños
a los que la vida puso
en una esquina
el tiempo justo para engañarse un poco,
gozar también a veces,
e incluso prometerse irrealidades.
Dos extraños que esta noche se miran
con indiferencia
o apenas si se miran.
Que tienen prisa,
ganas de despedirse,
de volver a su mundo.
Y que ya ni se molestan en fingir
Karmelo Iribarren
miércoles, 23 de diciembre de 2009
domingo, 13 de diciembre de 2009
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Periodistas
Tipejos, ansiosos y cobardes tipejos.
Buscadores del mundo y provocadores
De conflicto.
Buitres y carroñeros
Sanguijuelas bípedas
Destripadores del conocimiento
Apologéticos de la ignorancia
Conspiradores del hoy y aniquiladores del ayer.
Buscadores del mundo y provocadores
De conflicto.
Buitres y carroñeros
Sanguijuelas bípedas
Destripadores del conocimiento
Apologéticos de la ignorancia
Conspiradores del hoy y aniquiladores del ayer.
Siete de la mañana
esperamos bajo un cielo que se nos abría paso
y el hospital al fondo
colillas, dentro y fuera, despojos
y el hilo de megafonía al fondo
A nuestro alrededor, el séquito de la muerte
y el humo denso, muy denso,
parece casi suspendido
Las palabras embriagadas de anoche
han conseguido el equilibrio y
ahora chirrían
Los coches han comenzado su camino y
nosotros seguimos sentados esperando
con el hospital, el hilo y el humo al fondo.
esperamos bajo un cielo que se nos abría paso
y el hospital al fondo
colillas, dentro y fuera, despojos
y el hilo de megafonía al fondo
A nuestro alrededor, el séquito de la muerte
y el humo denso, muy denso,
parece casi suspendido
Las palabras embriagadas de anoche
han conseguido el equilibrio y
ahora chirrían
Los coches han comenzado su camino y
nosotros seguimos sentados esperando
con el hospital, el hilo y el humo al fondo.
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