Las manos sobre una guitarra
la habitación silenciosa
la lluvia en los cristales
la lluvia dentro
El pelo ensortijado de quien
compone para mí
Lo ingenuo de todo aquello
las palabras
El cariño necesitado
los besos y caricias
El recuerdo extinto
Una canción que canté para ti
mi canción
Mi canción enredada en tus dedos
sujeta a las cuerdas de tu guitarra
El abrazo en la despedida
la rigidez de tu cuerpo
Las horas, los días, el silencio
El frío, la nieve
Granada
Lo lejano que me parece ahora
Extraños
Parafraseándote, Davy Jones,
"Algunas canciones deberían llamarse recuerdo"
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