miércoles, 28 de enero de 2009

Nosotros como un quizás...

A través de mi ventana, la brisa de la suave noche de invierno se cuela en mi cálida habitación.
Sentada sobre la cama, observo esta noche, vigía de mi comienzo.
El bloque en silencio, luces apagadas, como también lo están las estrellas.
Los inquilinos del mundo descansan ahora sobre sus mullidas camas o, quizás, a oscuras, miran al cielo parduzco de otras veces. Quizás lloran y ríen, conversan o simplemente callan, aguardando a que el sol despunte. Y, quizás, tú seas uno de ellos, de los que pacientemente aguardan al alba.
Quizás alguna pesadilla te desvele, quizás no sea más que tu propia realidad, quizás...
mañana, cuando el sol anuncie la llegada del nuevo día, despertarás y escaparás huidizo por las calles transitadas de tu ciudad.
Quizás me recuerdes y mi recuerdo sea como un leve retazo sobre un lienzo y, quizás, melancólico, sueñes despierto, tan sólo quizás...
Quizás tenga que decirte adiós y dejarte marchar, escapar libre, pero quizás tu adiós llegue primero y resuene por años en mí.
Quizás no te vuelva a ver o quizás seas una prolongación más de mí misma.
Quizás tus dulces palabras no encuentren la salida ahora, puede ser que ya no signifiquen nada o puede que lo signifiquen todo.
Quizás se escape un te quiero no amado.
Quizás tu respuesta sea la ausencia o quizás, estrechándome entre tus brazos, no me sueltes nunca más.
Quizás mis palabras suenen vacías y puede que grite y llore, patalee y corra.
Quizás tú persigas algo imposible o lo imposible te persiga a ti, jugando al gato y al ratón, donde tú, por vez vez primera, serás el ratón.
Quizás te derrumbes o puede que llegue a tiempo y sea tu pilar.
Quizás sea yo la que despierte mañana y descubra que nada de esto existe, quizás...
me esconda bajo las sábanas, como asustada por una tormenta y, quizás, tú seas mi tormenta.
Puede ser que mientas o quizás la mentira sea yo.
Puede ser que nuestra mutua soledad nos una y que nuestra compañía nos separe, puede ser...
Podemos ser contradicción y delirio, sentido y razón, infantil sensatez.
Podemos ser un ayer, un hoy y un mañana, continuos en el tiempo.
Podemos ser horas, minutos y segundos, eternos, o quizás seamos efímeros y discontinuos, quizás...




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